<<<EN VIVO
¿Sabías que el país entero cambia de ánimo cuando hay un Caracas – Magallanes?

Ese clásico no es un simple partido: es casi una fiesta nacional. Desde temprano, los fanáticos se ponen la gorra, sacan la camisa, calientan la garganta y hasta se preparan psicológicamente… porque saben que ese juego se vive, no se ve.

Cuando Caracas y Magallanes se enfrentan, las casas, las calles, los autobuses y las bodegas se dividen en dos colores. Se escuchan gritos, risas, apuestas, discusiones sanas y esa emoción que solo entienden quienes han vibrado con un jonrón o sufrido con un ponche en el último inning.

Lo bonito es que, gane quien gane, el país se une en una misma energía. Es el momento donde la pasión beisbolera se apodera de todos: el caraquista se crece, el magallanero se llena de orgullo, y el que no le va a ninguno igual se contagia.

En Venezuela, un Caracas–Magallanes no se ve… se respira.

Por: Play Multimedios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *